sábado, 1 de enero de 2011

Nadie fue ayer...

I

Nadie fué ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.

II

Deshaced ese verso.
Quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma.
Aventad las palabras,
y si después queda algo todavía
eso
será la poesía.

III

Poesía,
tristeza honda y ambición del alma,
¡cuándo te darás a todos... a todos!,
al principe y al paria,
a todos...
sin ritmo y sin palabras.

IV

Sistema, poeta, sistema.
Empieza por contar las piedras,
luego contarás estrellas.

V

Poeta,
ni de tu corazón,
ni de tu pensamiento,
ni del horno divino de Vulcano
han salido tus alas.
Entre todos los hombres las labraron
y entre todos los hombres en los huesos
de tus costillas las hincaron.
La mano más humilde
te ha clavado
un ensueño...
una pluma de amor en el costado.

VI

No andes errante...
y busca tu camino
-Dejadme-.
Ya vendrá un viento fuerte
que me lleve a mi sitio.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Poemas Menores

I

No es lo que me trae cansado
este camino de ahora.
No cansa
una vuelta sola.
Cansa el estar todo un día,
hora tras hora,
y día tras día un año
y año tras año una vida
dando vueltas a la noria.

II

Que se quede así ya
-desnudo y vacio- el corazón.
¿A qué vestirle de nuevo,
a qué otra vez colmarle de amor
si otra vez a de venir el tiempo
a llevárselo como un ladrón?

III

Huyen. Se ve que huyen
vueltas de espaldas a la tierra.
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
Para lo que buscamos
(¿dónde está mi sortija?) una cerilla es buena,
y la luz del gas,
y la maravillosa luz eléctrica...
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.

IV

¿Qué más da ser rey
que ir de puerta en puerta?
¿Qué va
de miseria en miseria?

V

¿Qué me importa que se borren
los caminos de la tierra
con el agua
que ha traído esa tormenta?
Mi pena es porque esas nubes tan negras
han borrado las estrellas.

VI

Para mí el bordón solo.
A vosotros os dejo
la vara de la justicia,
el caduceo,
el báculo
y el cetro.
Para mí el bordón solo del romero...
Yo quiero el camino blanco y sin término.